miércoles, 29 de abril de 2009

La influenza porcina y demás yerbas (soy malo poniendo títulos a los textos)

Si, estamos todos locos. No sé más que decir.
Mientras la inluenza porcina se apodera de las Américas y el resto del mundo, ¡paren ya!, no es de comer carne de cerdo sino que nosotros le pasamos la fiebre a dicho animal. Esto equivale a un gran WHAT THE FUCK???. Vienen de joda todos los dichos que no es la culpa del chancho sino del que le da de comer, entonces, ¡dejémosles en paz a los pobres animales! 
¿Cómo nos llego esta enfermedad? Todo comenzó cuando una chica mexicana, llamada Deborah Crías, empezó a cuidar de un cerdito (no era Babe, el chanchito valiente) que lo apodaban Tragotodo debido a su gran capacidad de ingerir toda clase de cosas, en total se comió: 564 verduras varias, 500 kilos de carne, 322 rayos de bicicletas, 200 piedras y esto no terminá aquí. No, no se comió a la dueña, sino que la dueña se lo comió a el (entiéndase comer en esta parte del texto como relaciones sexuales). Si, Deborah sufría de una zoofilia extrema, mantuvo relaciones con el cerdito Tragotodo mientras tenía fiebre y de allí viene la fiebre porcina. Este chancho considerado malo creyó que tenía VIH, entonces se lo pasó a los demás sin protegerse con tapabocas ni preservativos y así fue mutando la enfermedad. 

¿Qué tiene que ver la influenza porcina con este blog? Aún no lo sabemos, así que mientras pensamos qué pasaría si 2 + 2 diera 3. Según como escucharon, este mundo no sería como es, el 4 sería rengo, nos faltaría un costado en el cuadrado, en el almacén Rodrigo Luciano (esta ashá) tendría un peso a su favor y lo cual me hace creer que tomaría más Fernet con Coca. Pero lo mejor de todo es que los cornudos serían unicornios.

Aún no sé que tiene que ver con la influenza porcina, insisto. Es una nueva enfermedad, como hoy escuché en la clase frases casi nuevas para mi jerga como: "surprise" (una compañera al escuchar se llevó la palma de la mano a la frente), "too much" (yo me llevé la palma de mi mano a la frente) y por último  "o sea hello" ( la profesora se llevó la palma de la mano a la frente y declaró por terminado el tema). Conste que se trataba de un discurso, que lo expuso una compañera y me reservo el nombre para que nadie más se lleve la palma de la mano a la frente como signo de lamentación.

Tratando de descifrar si solo a los cordobeses les gustan el vino sin coca porque así pega más me di cuenta que las bebidas en los quinces eran un bodrio. Me imagino cuando le llegue la hora a mi hermana, voy a decir esto: "basta ya de los 15 que no se le dan de tomar a los chicos, basta de tener bebidas leves (como esos tragos de piña colada con 0,000001% de alcohol) que luego toman los invitados de la joven y ya se sienten borrachos (pelotudos). La música no va a ser reggeaton ni electrónica, serán rock, latino y cuarteto, después no me rompan las pelotas".

Si se dieron cuenta de que estoy chateando por este medio con una chilena que no sé cómo se llama, les digo fuck you. Estoy solo y no es por que sea tanto vago como atorrante sino que no quiero estar más con cualquiera. 

Este post se termina sin saber por qué se habló de la influenza porcina, enfermedad de moda, no; espera; no es "Mi Enfermedad" de Andrés Calamaro, ¿se entendió? Y muchas veces la repetición produce gracia.

¡Que tengan buena vida!





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